Coréia do Norte ataca!

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Enquanto o Tio Sam não se limita à intimidação através de seus filmes de vigésima categoria, produzidos à exaustão, como provam suas invasões e bombardeios reais, deixando claro quem manda, a Coréia do Norte faz lá suas propagandas, com a artilharia voltada aos Estados Unidos.

Depois de destruírem Nova Iorque, agora os norte-coreanos atacam com um vídeo onde a Casa Branca aparece como alvo, e a cúpula do Capitólio sucumbe em terrível explosão.

São conhecidas as razões de cada um. Goebbels fez escola. Que mundo.

Oremos.

Homo Vaticano

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Por Rodrigo Fresán, no Página/12, em 19/3 

UNO Vencida la fecha del qué quieres ser cuando seas grande, al vencido Rodríguez –casi medio siglo de vida– le queda el tibio consuelo del qué quieres ser cuando seas viejo. Y lo que quiere ser Rodríguez es emérito. Como Ratzinger/Benedicto XVI/Ratzinger. Dejar de ser Rodríguez, pero seguir ahí. Y que te tiendan la cama y te preparen la comida mientras tú te dedicas a orar. Regio monasterio con vistas y un sueldo “modesto” de dos mil y algo de euros con todos los gastos pagos y, hasta donde sabemos, sin hijos que mantener. En España no se consiguen jubilaciones así. Al menos por arriba del mostrador o del altar. Litúrgicamente, el Papa que se fue, pero ahí sigue, ha hecho, él solito, algo así como un milagro. La canonización está, seguro, a la vuelta de la esquina de San Pedro. Y –ya que estamos en reformistas, sugiere el teólogo Ratzinger– por qué no me canonizan en vida así yo también lo disfruto y aleluya.

DOS Y, claro, los últimos días en la vida de Rodríguez han sido muy vaticánicos. En los noticieros, poco Rajoy, casi nada de las últimas torpezas del PSOE, una pizca de Bárcenas y alguna pincelada de Urdangarin para que los tengamos presentes en nuestras plegarias, y la buenísima nueva –campanas al vuelo– de que Bruselas ha dotado a jueces españoles de herramienta legal para detener la fabricación en serie de la cruz de los desahucios. El resto ha sido despachos desde la Plaza de San Pedro y pronósticos de expertos vaticanistas que –luego de los economistas– son el gremio que más se equivoca en sus predicciones para, por supuesto, acertar siempre a posteriori. Así, tras el arzobispo Jorge Mario Bergoglio, se cerraron los portales de la Capilla Sixtina (que son algo así como esa puertita que se abre a la hora del Nobel de Literatura, con la diferencia de que esta última de tanto en tanto nos da una alegría), se encendieron las chimeneas de las fumatas negra/blanca y, el miércoles a la noche –transmutación digna de Marvel Comics–, salió al balcón el papa Francisco. Y ahí se paró, con la misma expresión facial que Peter Sellers en Desde el jardín contemplando la viña de su señor.

TRES Los periódicos de ese mismo día – luego de lo del martes por la noche del Barça-Milan – titulaban “Fumata azulgrana”. Y, cuando se supo que el nuevo modelo de Papa era Made in Argentina, Rodríguez tuvo que calmar a su hijito que, casi con convulsiones, había entendido que el diabólico Mourinho se las había arreglado para convertir a Messi en Sumo Pontífice y que de este modo ya no pudiese seguir jugando en el Barça. La esposa y la hija de Rodríguez –súbitamente devotas por las siguientes 48 horas– se conmovían con la modestia y sencillez de Bergoglio. El apellido se les trababa en la lengua al principio. Y lo miraban con ojos húmedos, de rodillas frente al santísimo plasma del televisor. “Campechano” era el adjetivo invocado una y otra vez. Campechano nuestro que estás en la tierra. Rodríguez, por su parte, no podía evitar preguntarse el porqué de tanto elogio a la humildad del nuevo Papa cuando se supone que –por definición y credo– todos los papas y cardenales y obispos estarían obligados a ser así. Puesto a elegir, lo cierto es que Rodríguez preferiría un Santo Padre con el look del rapaz Richelieu de Los tres mosqueteros: las cosas claras y al pan, pan y al vino, vino. Y la verdad que a Rodríguez le habría gustado que hubiese salido de nuevo el pomposo Ratzinger. Y que lo fuesen a buscar a Castelgandolfo y lo trajeran arrastrándolo de los pelos –a ostias y hostias– como a un niño que no quiere ir a la escuela. Pero hay teorías conspirativas de todos los sabores y aquí vienen los periodistas creyentes y los sacerdotes mediáticos tratando en vano de no sonar psicóticos al hablar de algo que, parece, es mitad obra del papable Espíritu Santo y mitad conjuras del palpable fantasma non sancto de la hambrienta codicia y la sed de mando. Porque –piensa Rodríguez– de acuerdo: hay ahí, seguro, seres abnegados y dispuestos a darlo todo por el prójimo. Y Rodríguez siempre admiró –y hasta envidió– a los creyentes de fe firme. Pero nunca se fió de los administradores de esa fe. Y siempre entendió que la Iglesia Católica como institución comparte más de un rasgo común con esas sectas a las que tanto condena (olvidando que no es otra cosa que una secta a la que le ha ido muy bien) y más de un gesto compartido con alguna organización delictiva con Papadrino al frente. A saber: imposición del dogma por la violencia, persecución a quienes no piensen como ellos, torturas a personas indefensas, poco saludables recomendaciones médicas (como eso de que el uso del profiláctico “hace mal”), satanizar a casi todo avance científico de peso (Galileo, Darwin, Gregorio XVI llegando a condenar al ferrocarril, y ya saben lo que pasa si alguien menciona las células madres), corrupción económica, pedofilia rampante y la producción e inspiración de novelas de Dan Brown y películas con monjas increíblemente guapas.

CUATRO De ahí también que a Rodríguez no le sorprendan las revelaciones en cuanto a un pasado más o menos turbio de Bergoglio: la Iglesia siempre estuvo primero con el poder y recién después –si hay tiempo o si conviene– se ha preguntado por la polaridad y voltaje de ese poder. La Iglesia siempre miró para otro lado, miró al cielo. Así fueron y son y serán las cosas. Cosas que –aseguran los automáticamente optimistas de la efímera novedad– cambiarán en San Pedro para que nada cambie. Aunque, quién sabe, tal vez de aquí en más el segundo mejor posicionado sea almacenado como posible suplente ante fuga o banco de órganos para el Nº 1 en plan bestseller de Robin Cook. Y más temprano que tarde tendremos gran funeral de Emérito presidido por Mérito (o viceversa, quién sabe). O se permita la inclusión de logotipos de patrocinadores en esa nívea y purísima sotana.

O quizás Francisco haga algo.

Domingos atrás, en El País, Rodríguez leyó un artículo de Juan Arias donde se aventuraba que la única solución posible para la presente debacle vaticana era volver a las fuentes. De ahí la paradoja: lo más vanguardista sería ser retaguardista. Pero no es asunto fácil. Y ya se sabe lo poco que duró Juan Pablo I cuando se le ocurrió la “locura evangélica” de mudarse a un barrio obrero de Roma, reformar la curia y dejar los palacios en manos de una organización internacional. Todo es posible y a apurarse; porque tanto Malaquías como Nostradamus han augurado que falta menos para que se acabe la función y la misa. Mientras tanto y hasta entonces, en los oficios religiosos previos a la elección, ya se avisó que el elegido debía ser “un buen pastor dispuesto a dar la vida por sus ovejas”. Así que Bergoglio –por lo pronto astuto y, según muchos, hábil estratega: le bastó con ser el primero en elegir el nombre del protohippie de Asís para caer simpático– ya está avisado. Ya está advertido –vía esa intrigante y sinuosa y dantesca escalera helicoidal que asciende a los infiernos o desciende a los cielos– de en qué bosque feroz se mete.

Buena suerte.

Porque se sabe: donde hay pastores y ovejas también hay muchos lobos.

Demasiados.

Y todos creemos en ellos.

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As revelações de “são” Maduro

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Por Mário Antonio Sussmann, no Amazonas em Tempo, 15/3.

De acordo com a repórter Ana Isabel Martinez, MSN, 14.03, o presidente interino da Venezuela, Nicolás Maduro, que se amadurecer mais cairá de podre, revelou-se teólogo e disse que Hugo Chávez, reverenciado com fervor religioso pelos compatriotas, “também pode convocar uma assembleia constituinte no céu a qualquer momento para mudar a Igreja na Terra, para que só as pessoas de Cristo possam governar o mundo e que” – continua Maduro – “sabemos que nosso comandante ascendeu às alturas e está frente a frente com Jesus, a quem influenciou para que o novo papa fosse um sul-americano”.

Ainda que se tome como mera manipulação politiqueira, os sintomas recomendam internação. Deram um golpe de Estado no Padre Eterno, para recorrer a Eça de Queiroz, e agora quem manda no céu é Hugo Chávez que provavelmente fará da Venezuela campeã da próxima Copa do Mundo (e de outras). O respeitável papa Francisco será ingrato se, através de Maduro, não agradecer a Hugo Chávez que desbancou o Espírito Santo na inspiração dos cardeais. Desisti de imaginar com que argumentos o “comandante” convenceu Jesus. Que lugar reservará para Fidel e Raul Castro ?

Quando penso que já vi todas as sandices latino-americanas (notem que a presidente da Argentina se manifestou, positivamente, sobre a escolha, com duas diferentes imagens ao fundo de Evita Peron) sempre um “el supremo” de plantão consegue surpreender. Agora foi um pouco além, tornaram o céu “território bolivariano”, pior do que vender água do rio Negro como do rio Jordão. Já vi latinha, como as de refrigerantes, sem nada dentro, contendo supostamente “ar da Terra Santa”, que o fiel destampa e dá aquela respirada. Não acreditam? Confiram.

Do texto das declarações de Maduro em feira literária em Caracas, literalmente: “Algo influenciou a escolha de um papa sul-americano, alguém novo chegou ao lado de Cristo e disse a ele: ‘Bem, nos parece que a hora da América do Sul chegou’”. Com todas as vênias aos cristãos, imagino Jesus respondendo, “bom, já que você está dizendo...”.

Pensando bem, o papa Francisco, que iniciou de maneira comovente seu pontificado ao pedir para ser ele o abençoado pelos fiéis antes de oficializar-se e, só então, abençoar a todos; que vai enfrentar o terrível relatório das mazelas internas do Vaticano, bem merece dar boas gargalhadas, daí alguma arquidiocese colaborar enviando-lhe as “explicações bolivarianas” de sua escolha.

De qualquer sorte, ainda prefiro Nicolás Maduro, incursionando pela teologia (para mim, sintoma de pouca fé e o estudioso quer se convencer) do que um sanguinário ditador prometendo um marido para cada mulher alemã, no que elas acreditaram, para se descobrirem viúvas ao fim da 2ª Guerra.

Vamos aguardar a próxima “revelação” de Maduro, provavelmente transformar a santíssima trindade em quarteto (sempre lembrando que escrevo sobre os bolivarianos e não sobre a Igreja, a que não pertenço, mas reverencio) para eu repetir gargalhadas incontroláveis, que gostaria compartilhadas com o papa Francisco, que promete marcar a História.

Que elites, que esquerda?

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Por João Ubaldo Ribeiro


A cada instante, e cada vez mais, somos alvejados por milhares de informações de todos os tipos, muitas delas procurando, como consequência final, alterar nosso comportamento, seja para pormos fé nas lorotas pseudoestatísticas e conceituais que nos pregam os fabricantes de remédios, pastas de dentes e produtos de farmácia em geral, seja para acreditarmos que determinado partido político, ao pedir com fervor nossa adesão, realmente tem alguma identidade que não seja a que lhes emprestam seus tão frequentemente volúveis caciques. Aparentemente, nossos cérebros se defendem de ser entulhados com essa tralha e grande parte dela é esquecida.

Mas em algum lugar da mente ela permanece e afeta talvez até nossa maneira de ver o mundo. Se prestarmos atenção aos comerciais de tevê e fizermos um esforçozinho de abstração, veremos que temos plena ciência de que quase todos eles, ou mesmo todos, se apoiam em pelo menos uma mentira ou distorção. O xampu não produz cabelos como aqueles, a empresa não dá o atendimento ao cliente que apregoa, o plano de saúde falha na hora da necessidade, a velocidade da banda larga não chega nem à metade do que contrata, o sistema de saúde que descrevem como o nosso parece gozação com o pessoal que estrebucha em macas no hospital, o banco professa carinho e oferece gravações telefônicas diabólicas, o lançamento imobiliário mente sobre as vantagens do bairro e a segurança da construtora, a moça não é bonita como aparece, o sinal da operadora não é confiável, a prestação sem juros é enganação, a garantia do carro não vale nada para a concessionária. Tudo, praticamente, é mentira e sabemos disso. Mas, mistérios desta vida, agimos como se não soubéssemos, numa postura acrítica e já meio abestalhada.

Em relação à política, talvez nossa situação possa ser até descrita em termos mais drásticos. As afirmações mais estapafúrdias são divulgadas e ninguém se preocupa em examiná-las. Não me refiro a chutes que prostituem a estatística e fazem dela, como já se disse, a arte de mentir com precisão. Os números nos intimidam desde a escola primária e qualquer embusteiro se aproveita disso para declarar que 8.36% (quanto mais decimais, melhor) de alguma coisa são isso ou aquilo e ver esta assertiva ser recebida reverentemente, como se não fosse possível desconfiar de tudo, da coleta dos dados, às categorias empregadas e os cálculos feitos. Média, então, é uma festa e eu sempre penso em convidar o dr. Bill Gates para morar em Itaparica e me transformar em nativo do município de maior renda média do Brasil, cuíca do mundo.

Não, não me refiro a números, mas a alegações estranhas. Por exemplo, esse negócio de o governo ser de esquerda. Só se querem dizer que a maior parte do nosso cada vez mais populoso bando ministerial é constituído de canhotos. O presidente Lula, que não quis ser presidente emérito e prefere continuar sendo presidente perpétuo mesmo, já disse - e creio que com sinceridade - que não é, nem nunca foi, de esquerda e que não usa mais nem a palavra "burguesia". E que é que o governo fez que caracterize uma posição de esquerda? Apoiar Chávez com beijos e abraços, ao tempo em que respalda os bilhões de dólares de negócios brasileiros na Venezuela? Manter boas relações com Cuba, o que não quer dizer nada em matéria de objetivo político? Ser da antiga turma que combatia o governo, no regime militar? E já perguntei aqui, mas pergunto de novo: o PMDB é de esquerda? Quem é esquerda, nesse balaio todo? Furtar, desviar, subornar, corromper são de esquerda? Zelar por valores éticos e morais é de direita?

É gritaria da direita reclamar (e pouca gente reclama) do descalabro inacreditável em que se tornaram as trombeteadas obras do rio São Francisco, hoje uma vasta extensão de ruínas e destroços, tudo abandonado ao deus-dará, em pior estado do que cidades bombardeadas na Segunda Guerra? Ou o que está acontecendo com a Petrobrás, que, da segunda posição entre as petrolíferas, despencou para a oitava e pode despencar mais, acrescida a circunstância de que ninguém explica direito qual é mesmo a situação do hoje já não tão radioso pré-sal? E combater a miséria nunca foi de esquerda ou direita. Ter altos índices de popularidade tampouco.

Também se diz que as elites dominantes querem derrubar o governo. Que elites dominantes? A elite política, que se saiba, é a que exerce o poder político. O Poder Executivo é exercido pelo governo que está aí e que, presumivelmente, não atua contra si mesmo. O Poder Legislativo está sob o controle da base do governo. E o Judiciário, por mais que isso seja desagradável aos outros governantes, não pode associar-se à ação política no sentido estrito. Já as elites econômicas não parecem empenhadas em subverter uma situação em que os bancos têm lucros nunca vistos, conforme o próprio presidente perpétuo já frisou, e as empreiteiras estão muito felizes e, convocadas pela presidente adjunta, prometeram fazer novos investimentos. Qual é a elite conservadora que está descontente e faz oposição ao governo? É justamente o contrário.

Finalmente, temos a imprensa golpista. Que imprensa golpista? Que editorial ou comentário pediu golpe? Comportamento golpista é o de quem acusa o Judiciário de ser agente de armações politiqueiras, quem chega a esboçar desobediência a ordens judiciais, quem se diz vítima de linchamento, quando foi condenado em processo legítimo e incontestável. A imprensa sempre se manifesta contra o desrespeito à Constituição e a desmoralização das instituições democráticas e tem denunciado um rosário sem-fim de ações lesivas ao interesse público. Golpista é quem busca silenciá-la ou controlá-la, não importa que explicações se fabriquem e que eufemismos inventem.

Uma canção de escárnio

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Por Carlos Melo, no Estadão

Numa canção que já vai ficando antiga, o genial e esquecido compositor Itamar Assumpção alertava que "porcaria na cultura tanto bate até que fura". Não se conformava com a escória musical que proliferava na terra de Tom Jobim: "Onde era Pixinguinha, Elizeth, Macalé e o Zé Kéti ficou tiririca pura. Só dança de Tanajura (...) Que pop mais pobre". Desesperado, pedia: "Socorro, Elis Regina". O apelo de Itamar se encaixa na nota desta canção: na política atual, o buraco é cada vez mais evidente.

No Brasil, sempre foram escassas a confiança e a intimidade com a política, confundida com esperteza e dissimulação. O desapreço e o ceticismo abriram caminho para a avacalhação. Sob a displicência do eleitor, candidatos folclóricos passaram a fazer despropositado sucesso: o deboche, tipo Tiririca, é apenas um aspecto da decomposição, sobretudo, do Parlamento nacional.

A transparência revelou uma torrente de malfeitos, mas também banalizou o escândalo tanto quanto se deu força à uma retórica agressiva, porém, nada reformista. Tipos obtusos aguçaram a desconfiança quando se revelou que seus discursos fáceis eram bijuterias de falsos moralistas. O plantel do farisaísmo é vasto, Demóstenes Torres é um entre tantos. Mas, mais que a seriedade, a sensação de seriedade se retirou do ambiente parlamentar. O descrédito fez crescer a distância, o estranhamento, a indiferença. A política, atividade indissociável da existência humana, afastou-se do cidadão tanto quanto o cidadão da política. Hoje, o indivíduo – que não depende de políticas públicas – acorre à política com fel e rancor; não sem justificada razão, mas com exagero evidente: políticos são bodes expiatórios para quase tudo.

Era natural que a política parlamentar assumisse dinâmica própria, se autonomizasse em relação à sociedade que a rejeita. Mas, na comparação, quando se vislumbra a enorme transformação porque passaram a economia e a sociedade, seu saldo é negativo: a política dos partidos e do Legislativo ficou para trás; parou no tempo, fechada em interesses particulares, avessa à transformação mais ampla que ocorreu no País; o que faz com que a sociedade a rejeite ainda mais. Menos que mal necessário, a política tem se tornado apenas contingente. Afugenta de seu convívio a juventude e os quadros mais bem formados. A qualidade da intervenção vai, naturalmente, ao subsolo do fundo do poço. Com a morte física ou moral, desistência ou resignação de velhas lideranças, a substituição se dá no pior nível possível, reposição por seleção adversa: pela "carreira política" parecem se interessar apenas os sem alternativa. Há tênues sinais de mudança, mas eles ainda precisam se confirmar.

O fato é que, hoje, os discursos são rasos – onde foi parar o grande tribuno? –, a capacidade de negociação mingou, a articulação fez lambança. Onde um dia vicejou Petrônio Portela, resta Renan Calheiros; de Ulysses o destino levou a Henrique Eduardo Alves; de Thales Ramalho a Eduardo Cunha; de Mário Covas a Álvaro Dias; de Fernando Lira a Roberto Freire; de Florestan Fernandes a João Paulo Cunha; de Tancredo a Aécio; de Jarbas Passarinho a Jair Bolsonaro. A sensação é de decadência e desamparo. Mesmo nas Comissões, onde a mobilização corporativa e setorial mantinha alguma interlocução entre sociedade e Parlamento, a relação se esgarçou. Questões sociais mais amplas e representativas foram substituídas por interesses abrigados nos partidos. O moto-perpétuo voraz do sistema exige, mas o governo já não tem o que dar; mesmo migalhas são disputadas.

É o ponto de exaustão do presidencialismo de coalizão: em nome da governabilidade, da segurança contra a chantagem – ou do tempo de TV – tudo é moeda, nada é preservado. Até o PSC tem seu quinhão. Marco Feliciano (Direitos Humanos) e Blairo Maggi (Meio Ambiente) surgem do processo, não são contrassenso. Efeitos, não causa, da tragédia. Na fotografia de nossa modernidade torta, a economia e a sociedade foram ao futuro, a política ficou em seu passado. Esses rostos são legítimos panos de fundo do descompasso, do atraso; o desolador cenário de um tempo sem sentido.

O deboche e a distância resultaram na má renovação. A realpolitik levada ao extremo cumpre um ritual macabro de suicídio coletivo. A deterioração dos métodos, a exaustão do presidencialismo de coalizão compõem seu próprio réquiem, não sem antes produzir uma terrível cantiga de escárnio e mal dizer. A porcaria na política que tanto bate até que fura. "Nossa. Nossa..." Socorro, Ulysses Guimarães!

* Carlos Melo é cientista político.

Foto: Leogump Carvalho.

Amigo é casa

No dia 16 de outubro de 2011, aqui me emocionei falando de um homem chamado Capiba, vejam aquele dia, não pelo que falei, um nada, só uma singela pegada a ser vista, quiçá seguida para melhor, e sim pelo Brasil, por nós, pelo que foi esse cara, AQUI.

Naquela noite rodei, do Youtube, algo raro. Com grandes cantores. Zé Renato é pouco conhecido no Sul, uma pena, pois se trata de uma pessoa, um artista, como dizer... único, maravilhoso. Zélia é um pouco mais conhecida. 

Nisso de pouco ou mais conhecido, falo do povo, meu assunto. 

Podemos não gostar, mas o Sr. Gerdau desta vez está com razão. Lleno. Cubierto. Esse frankenstein que alguém apelidou de presidencialismo de coalizão jamais foi viável, deveria estar capitulado no código penal. De certa forma está.

Mas não mudemos de assunto, pessoal. 

Outra rua, outro bar, outro amigo, outra mão... qualquer companheiro, qualquer direção.

O que me lembrou a doce canção do seu Capiba (letra do Hermínio), foi a moçada. Por uma noite maravilhosa, para mim, nesta sexta-feira, que começou com essa meninada da faculdade. Bebendo vinho no Beco do Oitavo, ouvi boleros e tangos, sambas, ouvi piadas. Olhando de perto aquelas mentes frescas, ventiladas, maravilhosas pela simplicidade séria. Ontem seriam taxados de loucos. São loucos.

Esquecemos Bujumbura por algumas horas, daquela chuva que cai sábado à noite enquanto a faca alienígena corre. Não recordamos da lavagem cerebral nas redes de tevê fascistas, um datena em cada grande cidade desviando os problemas de sua raiz.

Sim, que eu saiba o Hermínio Bello de Carvalho não é Imortal na Academia do Sarney, como pode, não é? 

Fomos unânimes que Amigo é casa.

Casa que a gente gostaria de estender, uma casona, com  leite, arroz, feijão, manga, tomate, cebola, abacaxi, gatolinos, cachorrolinos, sabiá (eu sabia que você um dia, me procuraria em busca de paz) em cima do laranjal, videira aqui em cima, salsa e manjerona, cidra, cidreira, cidró cortante para me acalmar, meu Deus, perto do tanque, uma casa não restrita a uma minoria que paga sabe-se lá... Cuidado, Chiquinho, esse festerê aí debaixo do abacateiro, estão maduros, pode cair um na cabeça. Viu, mulher, como está bonita a Mariana?

Alô, São Paulo, moças e moços das universidades, quando se livrarão dos malufylulas? Alô, mocidade do Rio de Janeiro, até quando esse nojo aí? Alô, Brasil, estou perdendo a voz. Alô, Gabeira, linda essa de que políticos deveriam ser homens que não querem dinheiro, pelo amor ao próximo, como Jesus pediu, ninguém entendeu, né?

Mudando, digo, voltando para mala, ofereço, pela ordem da mesa, para Bruna, Bárbara, Jessica, Juliana e ele, o Rei de Porto Alegre, Alex. A moçada que um dia vai salvar o Brasil.

Amigos para sempre.

Tim Maia no fim do verão

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Parece mentira, mas hoje fecham-se 15 anos da partida de Tim Maia.

Olha ele aí:

Aroeira sofre, com direitos inumanos, n'A Charge do Dias

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A uma semana da data oficial do seu início, já estamos em pleno outono em Porto Alegre. Um dia gris nesta sexta-feira, com um ventinho frio e incomodativo. Agora, que tento expressar a gravação da fuzarca dos boêmios, e compreender, no contexto, os correios de Leila Ferro, chove, chuva fria, inverno. Na palafita, a novidade é que os acessos ao blog vindos dos Estados Unidos superaram, na semana, aos do Brasil. Esperamos todos que não sejam daqueles que ajudaram o Chávez a visitar Diós antes do tempo. Abraços aos nortistas que amam Noam Chomski.

A turma se concentra nas mesas centrais do botequim, lendo jornais, de papo e cafezinho. De lá dos fundos ouve-se a algazarra da moçada que joga sinuca. Apenas o Contralouco ficou em mesa na calçada, de tocaia, torcendo para que passasse na rua um dos que chama de 171, tido por bispo ou pastor. Pela manhã disse:

- Hoje acordei morto de vontade de quebrar a cara de alguns deles.

Ninguém contestou, não convém contrariar.

Jezebel do Cpers observou aos amigos:

- Ele está assim desde que um monstrengo foi entronizado, por alguns vagabundos, como chefão dos direitos humanos.

Aristarco, sempre paciencioso, tranquilizou o pessoal:

- Deixa ele, não dá nada. Ele e o Moscão já quebraram a cara de uma pilha desses malandros, agora eles não são doidos de passarem por aqui.

Nisso o Contralouco entra no bar, dizendo:

- Gente, vou dar uma volta lá pela rua da Olaria, aqui não tá dando peixe, quando o Moscão chegar digam que eu quero falar com ele.

Lúcio Peregrino, com o computador aberto em sua frente, se manifesta:

- Contra, meu amigo, um dia destes vou pagar umas férias pra ti e pro Moscão: um mês em Brasília, com passagem, hotel, restaurantes, bares, extras, tudo por minha conta.

- Ué, por quê? - pergunta o Contralouco.

- Vai pra Olaria, vai, depois eu te conto.

O Contra vira as costas e Lúcio diz: 

- Eu não quis jogar gasolina na fogueira, mas o negócio tá complicado.

A seguir detona, encapetado: - Atenção, tigrada: Notícias do Notibuc!

"Cria cuervos! Pastor racista e homofóbico quer ser candidato a Presidente da República em 2014!".

- Já começou com invencionice -, diz Nicolau Gaiola.

- Leia os jornais de amanhã pra ver - responde Lúcio, e prossegue:

"Cria cuervos! Um alemão magnata do aço y otras cositas, que eu odeio, senta a pua no governo Dilma. Bem feito para aprenderem a não dar a bunda aos ex-inimigos, ex um cu"

- Ei, olha o nível, reclama Chupim da Tristeza.

- Xiii, com licença, pra mim chega -, diz Nicolau, indo juntar-se aos estudantes no salão da sinuca.

- Pô, porque odiar o pobrezinho do Gerdau, gente fina, cada cavalo de raça que come melhor que a gente, bom coração, anti-nazismo, Lúcio?" - pergunta Marquito Açafrão.

Lúcio ignora a ironia, certa ou errada, do Marcos. Segue:

"Dilma tem outra por dentro. Se faz de desentendida, para em cima declarar, à guisa de mudança de assunto: 'A vida é engraçada. Eu olhei para o prédio e não vi nada. Mas lá de cima eu olhei para baixo e pensei: eu conheço esse pátio. O pátio era o da Polícia Federal, onde eu estive presa. Eu pensei assim: esse Brasil é ótimo. Eu, presidente, estive presa ali ao lado. Agora, eu, presidente, conseguia conviver perfeitamente com o barulho das manifestações e achar que era absolutamente natural, o que mostra que, ao longo da minha vida pessoal, o que é difícil, ao longo da vida de uma pessoa, eu assisti à ditadura e à maior democracia da América Latina nascerem nessa terra'"

Alguns aplaudem, puxados por Silvana Maresia.

"Chargista Aroeira em pé de guerra com as autoridades do Mato Grosso do Sul. Em Porto Murtinho estão aplicando multinhas num fazendeiro, reincidente, acusado de botar abaixo florestas de aroeira, mais de 50 hectares da madeira protegida por lei. 'Ele matou minhas parentes, tem que prender o bandido!', grita o mestre"

- Se eu pego um cara desses -, diz o Contralouco, que acabara de retornar.

"Grêmio está por um triz de sifu na Libertadores!"

Aplausos do bar inteiro, antro de colorados, sob os protestos do António Portuga.

A gozação foi a deixa, miss Leilinha Ferro exige as obras do dia. O Contralouco, que disse que na Olaria também não deu peixe, se interessou vivamente por algumas das obras. Os boêmios votaram nas seguintes:

Jader, de O Correio (Cachoeira do Sul, RS).

Ykenga.

Aroeira, de O Dia (Rio de Janeiro, RJ). O nobre artista conta com a solidariedade dos empinantes, pelo crime perpetrado pelo fazendeiro.

Benett, da Gazeta do Povo (Curitiba, PR). Aqui Jezebel não se aguentou: - Olhe, Lulaluf, olhe, seu merda, o que você fez!". Protestos no bar inteiro. Merda é pouco.

Convenceram Leilinha a permitir "só mais uma". 

Sinovaldo, do Jornal NH (Novo Hamburgo, RS). O Portuga fechou a cara e disse deixa estar, o mundo gira.

Leilinha Ferro abraçou a obra do Amarildo, da Gazeta Online (Vitória, ES).

E a do Vasqs.

  

 A coluna A Charge do Dias leva esse título pelo seu idealizador, o mestre Adolfo Dias Savchenko, que um belo dia se mandou para a Argentina, onde vive muito bem. Sucedeu-o na coordenação a jovem Leila Ferro, filha do Terguino, quando os boêmios amarelaram na hora de assumir o encargo. Antes eram dois butecos, o Beco do Oitavo e o Botequim do Terguino, que no ano passado se..., bem..., se fundiram (veja AQUI), face a dívidas com o sistema agiotário. O novo bar manteve o nome de um dos butecos: por sorteio ficou Botequim do Terguino, agora propriedade dos ex-endividados António Portuga e Terguino Ferro.

O retorno a Diderot

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Por Mauro Santayana

Este deveria ser, em todas as universidades do mundo, o Ano de Diderot. Em outubro fará 300 anos de nascimento do pensador que, mais do que qualquer outro de seus contemporâneos, acendeu as velas do Iluminismo e ajudou a dar autonomia à razão dos homens. Diderot morreu cinco anos antes da Revolução Francesa. Sem ele, ela teria sido inviável.

Voltar a Diderot não é fuga de cronista político de atualidades, entediado, como tantos outros que sofrem com a mediocridade de nossos tempos chochos, mas convite à reflexão. Estamos em pausa, não obstante a turbulência aparente. A História cochila no mormaço de uma tarde que se alonga, enquanto as universidades, as grandes editoras de livros, e o meio estridente da internet — em que ainda se depositam esperanças — se encontram, a cada dia mais, sob o domínio das instituições financeiras. A moeda, ficção útil à sociedade dos homens, se tornou, manipulada por seus guardiões, instrumento de dissimulada tirania. E essa tirania limita a liberdade de pensar e de criar.

Diderot, filho de um mestre cuteleiro de Langres, estava destinado ao sacerdócio, de onde escapou ainda cedo. Educado pelos jesuítas, levou algum tempo para abandonar a crença católica. Dedicou-se ao estudo das artes. Aos 19 anos, obteve o mestrado na Universidade de Paris. Depois de breve incursão no campo do direito,  passou a viver aleatoriamente. Dava aulas eventuais e, como ghost writer, redigia sermões para missionários. Ao frequentar os cafés da moda, conheceu Rousseau, um ano mais velho, e os dois, que se identificavam na inquietação filosófica e na sedução pessoal, tornaram-se o centro de um grupo que daria motor ao Iluminismo. Durante anos, ele, Condillac e Rousseau se reuniam para jantar e pensar em comum, no Panier Fleuri, singular restaurante da cidade naquele tempo.

Era senhor de um talento universal. Seu conhecimento ia da alta matemática de então aos ensaios em biologia —  que o fez antecipar-se a Darwin, ao discutir a capacidade da adaptação ao ambiente dos cegos, mediante o tato, e inspirar Braille. E ainda havia a sua surpreendente literatura de ficção.  Diderot, no entanto, foi, antes de tudo, homem de ação.

Ao ser convidado pelo editor André Le Breton para traduzir a discreta enciclopédia britânica de Chambers, em dois volumes, e, diante da recusa do seu autor em permitir a edição francesa, Diderot encontrou sua pólvora. Ele, Rousseau, Condillac e outros só viam uma saída para a Humanidade: a universalização do conhecimento. Decidiu-se, então, pelo ambicioso projeto da Encyclopédie e trouxe para a empreitada o químico — mas também grande humanista — D´Alembert.

Durante 21 anos, de 1751 a 1772, Diderot — sem abandonar suas múltiplas atividades e intensa vida social — empenhou-se na execução dos 17 extensos volumes da Enciclopédia. Além de rever todos os artigos e de fazer o que chamaríamos hoje “a lincagem” entre os vários verbetes para o melhor entendimento dos temas, Diderot administrou todo o processo editorial e comercial do projeto. Enfrentou a censura, e, mais do que ela, a reação da Igreja e dos aproveitadores das injustiças sociais e do obscurantismo que temiam o conhecimento da verdade pelas massas. Para não deixar dúvida de seu objetivo, Diderot deu à grande obra o subtítulo de Dictionnaire Raisonné: não se tratava de uma coleção de verbetes mas de uma incitação à liberdade de pensar sem os dogmas castradores da Igreja e seus teólogos.

Entre todos os depoimentos da grandeza de Diderot — que vendeu sua biblioteca para Catarina II da Rússia e dela ganhou uma pensão para viver seus últimos anos — está a de uma mulher da nobreza russa, princesa de Dachkov, que o conheceu em Paris. Disse ela, em suas memórias: “O mundo não conheceu bem esse homem extraordinário. Sua paixão dominante e seus estudos só visavam a contribuir para a felicidade de seus semelhantes”.

Se André Maulraux fosse hoje o ministro da Cultura da França,  provavelmente editaria  nova edição raisonnée, da Enciclopédia: os verbetes científicos podem estar superados pelas novas descobertas, mas o gênio insuperável dos enciclopedistas, Diderot à frente,  poderia despertar a inteligência universal da modorra em que letargia. É uma dívida da França com seu grande homem de pensamento e ação e para com a Humanidade em crise.

            

Candidatos: desde Londres, tensão no mundo

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Finalmente o torneio volta a se chamar Candidatos. 

Oito dos melhores cérebros do planeta, a 2º C de temperatura, nos derradeiros suspiros do inverno boreal, se enfrentarão a partir de amanhã, dia 15, às  11 h do Brasil, no deslumbrante Savoy da capital inglesa, pela bolsa de meio milhão de euros e o direito de desafiar ao campeão do mundo, o indiano Viswanathan Anand. 

Na primavera, a boreal, fim de março e início de abril (já pleno outono aqui no sul do mundo), teremos o grandioso desafiante. 

O mundo vai parar de amanhã em diante. Assista ao vivo AQUI.

Magnus Carlsen, o rapaz que até ontem era um menininho, o Mozart do Ajedrez, Chess, Xadrez, encanta a humanidade com a possibilidade de se tornar o desafiante, e o campeão do mundo mais jovem, se passar por Anand depois. Hoje Magnus é o primeiro do ranking mundial, com o estratosférico rating de 2.872, jamais alcançado por humanos.

Magnus que conhece bem a Vishy Anand, pois ajudou-o em treinamentos a bater Topalov e Boris Gelfand na defesa do título. Gelfand que busca novamente o direito de enfrentar ao campeão. 

No tabuleiro do blog, a partida onde Gelfand foi derrotado por Anand no embate pelo título mundial, em maio de 2012, num desastre em 17 lances, na oitava ronda, com a cilada para a dama negra, que resultaria na perda de uma peça leve, um cavalo, pelo menos. Nesse nível, só restou a Boris abandonar. Verdade que o campeão já não parecia o mesmo, pois ao final das 12 partidas acabaram empatados, com Anand vencendo o confronto somente no desempate em partidas rápidas.

Vishy já colocou três vezes o título em jogo, e o manteve. 

Muito perigoso o russo Vladimir Kramnik, tido por muitos como Mr. Tablas, porém um adversário terrível..., sai da frente. 

E o gênio da Armênia, Levon Aronian, então, de cinema. 

Alexander Grischuk largou de jogar pôquer, se preparou em segredo. Bem, em secreto foi a preparação de todos. Teimour Radjabov é temível, quase tão frio quanto o Mr. Empate, Kramnik, porém mais ousado, para o bem ou para o mal.

Petro Svidler é de gelo, mas também genial.

Qualquer deles pode vencer, gigantes que são.  

O emparceiramento do dia de abertura saiu assim:

Aronian – Carlsen 
Gelfand – Radjabov
Ivanchuk – Grischuk
Svidler – Kramnik.

Em se tratando da primeira ronda, apostamos em 4 empates, ninguém deseja começar mal, lá virão com 1.d4, mais fechados que nunca. 

Sem perder de vista o moço, este blog torcerá pelo ucraniano Vassily Ivanchuk,  ele é de atar, e talvez seja a sua última chance de ganhar o mundo. Doido e amoroso, gente (salve Caxias do Sul, salve a Festa da Uva, que um dia o trouxe abraçar crianças).

"Doido"? Doido é quem diz. Ivanchuk é um cara maravilhoso de sentimentos, sentimentos que andam em falta no mundo.

Abaixo, algumas fotos da cerimônia de abertura, hoje.

A parte boa, para a qual os artistas principais somente olharão, enquanto os auxiliares de palco bebem:

O único prazer a que se permitem:

Mr. Kramnik levando um lero com Mr. Aronian:

E Mr. Carlsen, não sabemos se cercado de milicos ou de funcionários do hotel mil estrelas:

A Mr. Ivanchuk não quiseram fotografar. Deixa estar.

Até amanhã.