Hoje em dia parece que todos somos unânimes em exigir democracia em Cuba, liberdade de expressão de verdade (como se a tivéssemos aqui, com os monopólios de informação e os filmezinhos de quinta categoria do Tio Sam fazendo lavagem cerebral diariamente).
É muito complicado se tomar partido de longe dos fatos, do calor da batalha. Em entrevista a Carmen Lira Saade, (clique La Jornada para ver a íntegra), em 31 de agosto, Fidel Castro, ao tempo em que assume a responsabilidade pela odiosa perseguição aos homossexuais, deixa entrever outros aspectos, além do bloqueio comercial.
Um tópico, em especial, me deixou paralisado. Abajo:
– El enemigo usó contra nosotros la guerra bacteriológica. Trajo aquí el virus II del Dengue.
En la Cuba pre revolucionaria no se conocía ni el I. Aquí nos apareció el II, que es mucho más peligroso porque produce un dengue hemorrágico que ataca sobre todo a los niños.
Entró por Boyeros. Lo trajeron los contrarrevolucionarios, esos mismos que andaban con Posada Carriles, esos mismos que indultó Bush, esos mismos que dieron lugar al sabotaje del avión de Barbados… Esa misma gente recibió la tarea de introducir el virus.
Culpaban a Cuba porque, decían, había mucho mosquito en la Isla – le digo.
¿Cómo no iba a haberlos si para combatirlos hace falta el abate, y el abate no lo podíamos obtener: nada más lo producían en Estados Unidos? – revela.
El rostro del comandante se ensombrece:
- Se nos empezaron a morir los niños, recuerda.
No teníamos con qué atacar la enfermedad. Nadie nos quería vender las medicinas y los equipos con los que se erradica el virus. Ciento cincuenta personas murieron víctimas de la enfermedad. Casi todos eran niños…
Tuvimos que acudir a las compras por contrabando, aunque era carísimo. Dondequiera prohibieron hasta traerlo. Una vez, por misericordia, dejaron traer un poco.
Por “misericordia”, ha dicho el hombre fuerte de la Revolución. Confieso mi turbación…
No precisamente por misericordia, sino por solidaridad, acudieron algunos amigos de Cuba. Fidel menciona, por México, a los Echeverría: Luis y María Esther que, aunque ya no estaban en el gobierno, pudieron conseguir algunos equipos que permitieron paliar de alguna forma la epidemia.
– No los olvidaremos nunca –dice conmovido.
Complicado, não?
Ainda sobre Cuba, os parceiros amantes do xadrez tem uma excelente opção, um belo site cubano: http://www.capablanca.co.cu/
O nome, obviamente, é homenagem ao grande campeão mundial Jose Raúl Capablanca.
É muito complicado se tomar partido de longe dos fatos, do calor da batalha. Em entrevista a Carmen Lira Saade, (clique La Jornada para ver a íntegra), em 31 de agosto, Fidel Castro, ao tempo em que assume a responsabilidade pela odiosa perseguição aos homossexuais, deixa entrever outros aspectos, além do bloqueio comercial.
Um tópico, em especial, me deixou paralisado. Abajo:
– El enemigo usó contra nosotros la guerra bacteriológica. Trajo aquí el virus II del Dengue.
En la Cuba pre revolucionaria no se conocía ni el I. Aquí nos apareció el II, que es mucho más peligroso porque produce un dengue hemorrágico que ataca sobre todo a los niños.
Entró por Boyeros. Lo trajeron los contrarrevolucionarios, esos mismos que andaban con Posada Carriles, esos mismos que indultó Bush, esos mismos que dieron lugar al sabotaje del avión de Barbados… Esa misma gente recibió la tarea de introducir el virus.
Culpaban a Cuba porque, decían, había mucho mosquito en la Isla – le digo.
¿Cómo no iba a haberlos si para combatirlos hace falta el abate, y el abate no lo podíamos obtener: nada más lo producían en Estados Unidos? – revela.
El rostro del comandante se ensombrece:
- Se nos empezaron a morir los niños, recuerda.
No teníamos con qué atacar la enfermedad. Nadie nos quería vender las medicinas y los equipos con los que se erradica el virus. Ciento cincuenta personas murieron víctimas de la enfermedad. Casi todos eran niños…
Tuvimos que acudir a las compras por contrabando, aunque era carísimo. Dondequiera prohibieron hasta traerlo. Una vez, por misericordia, dejaron traer un poco.
Por “misericordia”, ha dicho el hombre fuerte de la Revolución. Confieso mi turbación…
No precisamente por misericordia, sino por solidaridad, acudieron algunos amigos de Cuba. Fidel menciona, por México, a los Echeverría: Luis y María Esther que, aunque ya no estaban en el gobierno, pudieron conseguir algunos equipos que permitieron paliar de alguna forma la epidemia.
– No los olvidaremos nunca –dice conmovido.
Complicado, não?
Ainda sobre Cuba, os parceiros amantes do xadrez tem uma excelente opção, um belo site cubano: http://www.capablanca.co.cu/
O nome, obviamente, é homenagem ao grande campeão mundial Jose Raúl Capablanca.
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