Chove, chove, chove, em Porto Alegre. Haja vinho. Juanito Diaz Matabanquero e Carlito Dulcemano Yanés conversam na palafita, bebendo. Alto astral, somos o povo da chuva, amamos chuva, água do céu. A briga, digo, o reencontro de Carlito com Ju Betsabé está marcado para logo à noite. Ju Betsabé é terrível mas não é trouxa, em todos estes meses de separação fez de tudo, menos olhar ou sair com vagabundos, e vagabundo é objeto que não falta, bem falantes, malhados, desfilando carangos novos. Ju Betsabé sente o mundo.
O assunto que predominou, um mate para ti, outro para mim, ei Salito este é teu, Kafil logo a seguir, foi o espetacular, histórico, feito do Club Sport Emelec, de Ecuador. Enquanto aqui no Brasil a imprensa babaca e mentirosa destacava o choro dos abusados, o hemisfério se levantava em febril exaltação, ainda festejando a raça, a coragem, o desvelo de homens, o magnífico salto de José Luis Quiñónes, a cabeçada mortal, o gol da classificação, nos descontos, em pleno Defensores del Chaco. O feito de Quiñónes de certa maneira equipara-se ao de Elias Figueroa, ao dar ao Internacional de Porto Alegre o primeiro título de campeão do Brasil, com a diferença que o de Figueroa foi na finalíssima. Todo o sul do mundo levantou-se em gritos e lágrimas ao ver José Quiñones arrancar a camisa, em louca viagem, loucura, em direção ao abraço dos deuses invisíveis.
O angolano Miquirina Segundo lê em voz alta o final da emocionada crônica do ecuatoriano Juan Luís Pérez, Una epopeya apoteósica:
Al minuto 87 Emelec con más entereza y físico comenzó a dominar el partido y fue así como los recién ingresados Marlon De Jesús y Angel Mena enmudecieron el Defensores del Chaco y el Joao Avelange de Río de Janeiro .
El delantero del “Chota” le puso el balón a Mena, para que este rematará y mandará a Centurión a buscar la pelota al fondo de la red.
Emelec clasificaba con este resultado , pero los paraguayos estaban heridos. Y más con empuje que fútbol consiguieron el empate por medio de Zevallos, pero este resultado no les servía a ninguno de los dos equipos.
Estaba 2 a 2, en Brasil todos festejaban pero faltaba algo más. En el fútbol siempre existe el último aliento y eso al parecer el equipo de Marcelo Fleitas, lo ha comprendido muy bien. Córner de Mondaini, al minuto 93 (5 minutos de adición), la pelota cae en la cabeza de José Luis Quiñónez y con un certero remate ingresó al arco de Olimpia. Era una noche épica, heroica, grandiosa, legendaria, gloriosa. Así lo sentían todos los integrantes del plantel desde los dirigentes, cuerpo técnico, jugadores y por supuesto el legado más importante que tiene este equipo, su hinchada.
Quedará grabado en la historia del Club Sport Emelec que un jueves 12 de abril, Emelec en el inexpugnable Defensores del Chaco, clasificó a la segunda ronda de la Copa Libertadores de América, eliminando a dos gigantes del continente, Olimpia y Flamengo.
Si no cree esta historia vuelva a leerla, imprímala y guardela para las próximas generaciones.
Para coroar, olhos rasos d'água, Juanito Diaz Matabanquero enche novamente seu copo de pinga de São Chico, levanta-se e alça um brinde. A Emelec! A los hinchas de Ecuador!
Todos acompanhamos. Nesse momento eu penso cá comigo, vou colocar no prato una criolla do Julio Jaramillo.
Tintim!
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